Testimonios

Contactamos con Olga justo cuando nuestra hija Lena había cumplido los 7 meses. Desde que nació dormía máximo 3 horas seguidas, las siestas eran cortas, y ponerla a dormir era una “lucha” continua. Además, el último mes había ido a peor, con uno o dos desvelos cada noche en los cuales podía tardar hasta una hora en volverse a dormir. Olga nos ordenó un poco los horarios de comidas y sueño y nos animó a ponerla en su habitación. Así lo hicimos y resultó ser todo un acierto! Siguiendo todos sus consejos y metodología, al cabo de cinco días, Lena ya se dormía solita y feliz en su cama y reducimos sus despertares a 1 o 2 para comer (o incluso ninguno!) y se vuelve a dormir sin más. Todo esto sin ningún “trauma” ni lágrimas para ella, de hecho, se la ve más feliz que nunca ahora que duerme las horas que le tocan para su edad!