El bienestar emocional del grupo familiar es el pilar más importante de mi manera de trabajar. Soy madre y he vivido en primera persona la privación del sueño y sé cómo duele escuchar los lloros de tu hij@.

Una pregunta recurrente de mamás y papás que se interesan por mi acompañamiento es si deben dejar a sus hijos solitos llorando. Mi respuesta es tajante; NO, nunca.

Todos conocemos o hemos oído hablar de métodos que, lamentablemente, funcionan de esta manera. Por suerte, también existen muchos otros que enseñan a los bebés y niños a cómo conciliar el sueño y que descartan el dejarles solos en sus cunas o camas. Justamente mi enfoque no implica dejarles llorar y cerrar la puerta, sino que es una alternativa que se basa en el acompañamiento amoroso hacia el peque siendo una propuesta idónea para aquellas familias que buscan una alternativa respetuosa.

Seguramente te estarás preguntando si puedo garantizar que no lloren… No, y nadie debería hacerlo porque no sería honesto. Es decir, el llanto es una de las maneras de lenguaje a temprana edad y como mamás y papás debemos decodificar su significado y atenderlo.

Lo que sí te puedo asegurar es que a través de mi enfoque tu peque consiga conciliar el sueño por sí mismo y con el menor llanto posible. ¿Cómo? Gracias al acompañamiento que le puedas estar dando, y con el objetivo final de desarrollar un apego seguro entre mamá/papá y peque.

Trabajaremos dentro de tu nivel de comodidad para crear un plan personalizado que tendrá en cuenta la individualidad de tu peque, incluirá tu manera de crianza (filosofía y valores), su bienestar emocional así como la dinámica familiar. Tú y yo crearemos el plan con el que os sintáis a gusto, siendo esto vital para conseguir el objetivo de que todos descanséis saludablemente. Esta es la razón por la que el trabajo en equipo y la comunicación abierta es clave para el éxito del sueño. Además siempre tendrás mi apoyo, consultoría y guía durante todo el proceso de principio a fin tanto para el sueño durante la noche como en las siestas.

La consistencia y la perseverancia  son clave cuando se trata de desarrollar un nuevo hábito para los niños. Trabajar con una asesora del sueño es un enfoque de equipo. Te proporcionaré el plan, la información y el apoyo necesario, pero eres tu quien deberá llevar a cabo el plan.

Si permaneces fiel al plan y eres constante verás resultados. La clave es seguir siendo consistentes en el tiempo incluso después de haber finalizado la asesoría de sueño.

Trabajo bajo la premisa de que cada niño es diferente y como tal mis planes son personalizados. Estoy familiarizada con muchos métodos de sueño y trabajaremos dentro de tu nivel de comodidad para asegurar que el método sea exitoso.

Cada niño es diferente y no te puedo decir exactamente cuando empezará a mejorar, sin embargo con el plan correcto, el trabajo en equipo y la consistencia, puedes comenzar a ver progresos en el plazo de 1-2 semanas de promedio.

Los niños se desarrollan y aprenden muy rápido. La evolución del primer año de vida está lleno de grandes cambios físicos y mentales. Tu peque puede estar durmiendo bien y hacer un retroceso pasados 1-2 meses. Esto puede suceder por muchas razones incluyendo los hitos importantes del desarrollo, enfermedad, brote del crecimiento o dentición. Tienes que intentar por todos los medios seguir aplicando las herramientas que te doy. 

La consistencia y la familiaridad serán clave en el éxito del sueño de su hijo. Te aconsejo que comiences a trabajar conmigo en un momento en el que pueda estar en casa para apoyar plenamente el plan de sueño de tu hijo. (Al menos durante 2 semanas).

La preparación emocionalmente de los padres también es un factor importante. Tenéis que estar preparados y ser conscientes de que habrán cambios y pueden surgir dificultades.

Antes de comenzar el plan de sueño hay que asegurarse de que: 

• Se satisfacen las necesidades nutricionales de tu hijo.
• No hay condiciones médicas que afecten el sueño de tu hijo.
• Se excluyeron las preocupaciones emocionales y conductuales.

Entre los 3 y 4 meses, los bebés han comenzado a desarrollar un patrón regular de sueño / vigilia y necesitan menos alimentación nocturna. Hay grandes cambios en la biología del sueño que ocurren durante el 4º y 5ª mes.

Según mi experiencia, la mayoría de los bebés están listos para la asesoría de sueño a partir de los 6 meses y son capaces de tener un sueño continuado de entre 6 y 8 horas.

Recomiendo esperar hasta los 6 de meses de edad. Estoy aquí cuando estéis listos.

Tu hijo tiene que estar fisiológicamente listo para los cambios que haremos. Si te preocupa saber cuándo tu hijo está listo puedo ayudarte. Además, es importante asegurarse de que tu hijo está en buen estado de salud antes de comenzar la asesoría de sueño, por lo que una consulta a tu pediatra siempre es una buena idea, especialmente si tu bebé nació prematuro.

¡Por supuesto que no! No es necesario abandonar la lactancia para conseguir buenos hábitos de sueño. Como cada plan es personalizado, si deseas mantener la lactancia lo tendremos en cuenta. Si que asesoraré para que no sea un apoyo de sueño que tu peque utilice como herramienta para dormir.

Lamentablemente no puedo ofrecer garantías ya que los niños no son máquinas y hay que ver cómo reacciona ante los cambios. No es un método milagroso 😊

Tenemos que trabajar en que aprendan a tener un sueño de calidad e independiente y de esta manera reducir sus despertares.

El plan de sueño se compone de unas pautas de sueño que os doy a vosotros para que las apliquéis con vuestro peque.

Y siempre teniendo en cuenta unos objetivos realistas.