Regresiones de sueño: 4 meses

Regresión o crisis de los 4 meses

Seguramente te resulte familiar: tu bebé de 4 meses, que dormía bien por la noche y dormía largas siestas durante el día, de repente ha comenzado a despertarse continuamente y ha desaparecido el horario de sueño predecible.

Ahora, tienes un bebé agotado e irritable que no consigue conciliar el sueño.

 

¿Qué está pasando? ¿Infección de oídos? ¿Dentición temprana? ¿Cambio de personalidad?

 

Nada de todo esto, casi seguro que se trata de la regresión  o crisis de sueño de los 4 meses.

La regresión de sueño de los 4 meses marca un cambio permanente en los hábitos de sueño del bebé.

(No desaparece ya ocurre un cambio biológico en su sueño y se estabiliza a los 6-7 meses).

Es diferente a las otras regresiones de sueño que pasan en unas pocas semanas y el sueño del bebé vuelve a la normalidad, en cambio en la de los 4 meses no es así. Los cambios que ocurren con la regresión de sueño de 4 meses son permanentes.

 

Síntomas de 4 meses de regresión del sueño:

  • Cambios en el apetito (el bebé puede comer más o menos de lo normal).
  • Aumentan los despertares nocturnos.
  • Aumento del llanto y la irritabilidad (a menudo, la irritabilidad será inconsolable y nada de lo que hagas para consolarlo funcionará).
  • Siestas más cortas.

 

¿Qué ocurre a los 4 meses?

 

El sueño del bebé continúa con su proceso madurativo. En esta edad pasan más tiempo despiertos, interactúan más y desaparecen los cólicos.

Antes de los 4 meses, los bebés no tienen patrones de sueño establecidos, sus ciclos de sueño son de 2 fases, sueño “activo” y sueño “tranquilo” (también conocido como sueño REM y no REM) y duran entre 45-50 minutos, pero no tiene las etapas distintivas de sueño que tendrá a medida que crezca y su cerebro madure. Como resultado, los recién nacidos pasan gran parte de su tiempo en sueño profundo. (En la transición de un ciclo a otro o de una fase a otra puede que se despierten con facilidad).

A partir de los 4 meses, su cerebro comienza a madurar y sus patrones de sueño cambian. Su ritmo circadiano comienza a funcionar y el sueño tiende a estructurarse en 3 siesta durante el día y un periodo más largo por la noche (en ocasiones no es así). En lugar de tener 2 fases, pasaran a tener 5 (4 no-REM y 1 REM) de 90-120 minutos de duración.

 

Cambios a los 4 meses:

  • Disminuye el sueño REM (activo).
  • Aumenta el sueño no-REM (profundo).
  • Aumenta el tiempo de los los ciclos de sueño.
  • Se producen menos periodos vulnerables durante la noche.
  • Desciende el total de horas diarias de sueño.

En definitiva, el problema puede ser debido a que el  bebé no sabe como afrontar este nuevo ciclo de sueño, todavía no ha aprendido a controlar todos estos cambios y en consecuencia se producen más despertares nocturnos. Además, si le sumamos que muchas mamas se reincorporan al trabajo sobre los 4 meses, se pueden sentir confusos e intranquilos y puede influir en su sueño.

 

¿Qué se puede hacer?

 

Estas son algunas estrategias para lograr que duerma más durante la regresión de sueño de los 4 meses:

  • Continúa ayudándolo a dormir de la misma forma que ha estado quedándose dormido hasta ahora. Si has estado amamantando para dormir, sigue haciéndolo. Lo mismo con dormirlo a brazos. Sí, se trata de asociaciones para dormir que, en última instancia, dificultarán el sueño del bebé y que se tendrán que ir eliminando con el tiempo. Pero ahora no es el momento de preocuparse. Haz lo que puedas para ayudar a dormir a tu bebé. Ya las iremos eliminando cuando superemos esta regresión.
  • Evita crear nuevos apoyos de sueño. Puedes seguir utilizando los que te han funcionado, pero intenta no incorporar de nuevos. Cuantos menos mejor.
  • Céntrate en las señales de sueño (es decir, en los bostezos, cuando se frota los ojos, se chupa el dedo, etc.) como un primer signo para ir a dormir y comienza la rutina de sueño.
  • Envuelve a tu bebé. Arrullar de una forma confortable puede imitar la seguridad del útero materno, se sienten más contenidos y seguros. Si lo has estado haciendo y ha funcionado sigue así. Si no lo has hecho, prueba estas técnicas para ayudar a calmarlo.
  • Sigue su rutina, pero puedes ser flexible, todavía es muy pequeñito. Los bebés necesitan rutinas, les da seguridad y saben que esperar en cada momento. Si todavía no la tienes es un buen momento para comenzarla.
  • ¡Pide ayuda! A amigos y familiares. Deja que otras personas pasen tiempo con tu hijo mientras haces una siesta.

¡Paciencia, todo pasará! Pero si te sientes perdida y no hay manera de superarlo puedes ponerte en contacto conmigo.

El siguiente post habla de la regresión de los 8-10 meses.

¡Felices sueños!

 

Foto: @sarahtreed

Fuente: The baby sleep site, William Sears, Kim West.