¿Qué es un objeto apego o un objeto de consuelo?
Es cualquier objeto de consuelo que tu hij@ relaciona para dormir y le transmite seguridad y calma, es una asociación de sueño positiva que puede ayudar a calmar y consolar a tu hijo y ayudarlo a relajarse y quedarse dormido.
Puede ser un dou dou, un peluche, una muselina, una mantita, etc. Algunas personas también los llaman «objetos de confort» u «objetos de transición».
Este objeto suplanta algunas funciones de la madre cuando no está presente. Además, permite crear un área intermedia entre el bebé y otra persona que lo duerme.
¿Por qué tener uno?
En muchas ocasiones tu hijo podrá calmarse por sí mismo sin ningún objeto, no todos los niños necesitan uno.
Pero si le estás educando en su sueño y guiando para que aprenda a calmarse por sí mismo de forma independiente, un objeto de apego puede ayudarte y se puede convertir en un objeto familiar y cómodo que puede servir para calmar a tu hijo.
Los objetos de apego pueden ayudar durante las regresiones del sueño, durante esos momentos en los que tu hijo pueda estar pasando por muchos cambios físicos y de desarrollo. Y también pueden ayudar en cualquier momento que haya cambios importantes como una mudanza o nacimientos de hermanos.
O si tu hijo te pide la mano o tocar tu pelo para para dormirse, es un buen momento para intentar cambiar su apoyo de sueño por un objeto de seguridad.
¿Cuándo introducir el objeto de seguridad?
Depende de tu hijo. Algunos bebés se acostumbrarán a tener un objeto de apego a una edad temprana y en cambio, para otros el proceso puede ser diferente.
Entonces, ¿cuándo es el mejor momento?
Más allá de la etapa del recién nacido, los consejos sobre cuándo introducirlo varían. Algunos pediatras recomiendan es recomendable a partir de los 4-5 meses, mientras que otros advierten que es mejor esperar hasta los 8-9 meses que es cuando puede suceder la angustia por separación o incluso al año, para crear un vínculo afectivo.
Cuando tu hijo muestre señales de sueño y comiences la rutina para ir a dormir, ofrécele su objeto para que él relacione que ha llegado el momento de ir a la cama. Puedes ofrecerlo tanto para las siestas como por la noche.
Si tu hijo tiene más de 2 años lo más normal es que el objeto vaya cambiando si nunca tuvo uno específico. Antes del cuento pídele a tu hijo que elija con quien va a querer dormir y que lo lleve consigo hasta la hora de dormir.
Si te sientes perdida y no hay manera de superarlo puedes ponerte en contacto conmigo y te cuento cómo podemos trabajar en su sueño.
¡Felices sueños!