La iluminación juega un papel crucial en la regulación del sueño debido a su influencia en nuestro ritmo circadiano. Este ritmo biológico es responsable de regular el ciclo de sueño-vigilia y está estrechamente ligado a la exposición a la luz.
La exposición a la luz inhibe la producción de melatonina, la hormona que indica a nuestro cuerpo que es hora de dormir. Cuando hay ausencia de luz, el cerebro interpreta esta señal como una indicación de que es momento de descansar y comenzar a producir melatonina, facilitando el inicio del sueño.
La luz natural anaranjada del atardecer favorece la producción de melatonina, preparando al cuerpo para dormir. Si los niños son expuestos a luces fuertes antes de dormir, su cerebro recibe la señal de permanecer despierto, dificultando la segregación de melatonina necesaria para conciliar el sueño.
En resumen, mantener un ambiente oscuro para dormir es fundamental para ayudar a los bebés a desarrollar un patrón de sueño saludable y permitir una correcta producción de melatonina.
Si te sientes perdida puedes ponerte en contacto conmigo y te cuento cómo podemos trabajar en su sueño.
¡Felices sueños!
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