Una fase de sueño es un período específico dentro del ciclo del sueño caracterizado por ciertos patrones de actividad cerebral y cambios fisiológicos. Durante el sueño, el cerebro pasa por diferentes fases que se repiten varias veces a lo largo de la noche. Las principales fases de sueño son el sueño REM (Movimiento Rápido de los Ojos) y el sueño no REM, el cual se divide en tres etapas: N1, N2 y N3.
Estas fases se repiten varias veces a lo largo de la noche en un patrón cíclico, y cada una cumple funciones específicas para el descanso y la restauración del cuerpo y la mente.
Los bebés menores de 4 meses tienen solo 2 fases de sueño (sueño activo y sueño lento). Esta estructura bifásica hace que el bebé pueda despertarse frecuentemente para comer, lo que previene hipoglucemias. En este período, hay un mayor porcentaje de sueño REM en comparación con los adultos, y los bebés de esta edad comienzan el sueño directamente en la fase REM. El predominio del sueño REM se debe a que, durante este tipo de sueño, el cerebro integra los aprendizajes, mientras que en el sueño N-REM se restauran los órganos y tejidos. Un recién nacido, que tiene poca actividad física, necesita principalmente integrar lo aprendido más que reparar el cuerpo.
A partir de los 4 meses, el bebé empezará a integrar las distintas fases del sueño N-REM (pasando de 2 fases de sueño a 5), ya no se dormirá directamente en fase REM, sino que primero pasará por una fase N-REM.
Al no dormirse directamente en fase REM, cualquier ruido, movimiento o cambio puede despertarlo fácilmente antes de llegar al sueño profundo. Además, debido a estos cambios biológicos, es común que el bebé despierte cada hora o hora y media, cuando antes no lo hacía. Ahora está transitando entre más fases de sueño, lo que puede dificultar que enlace un ciclo de sueño con el siguiente y que necesite la ayuda de los cuidadores para volver a dormir.
Si te sientes perdida puedes ponerte en contacto conmigo en Contacto y te cuento cómo podemos trabajar en su sueño.
¡Felices sueños!
