La lactancia materna es una etapa que resulta maravillosa, cuando ambos, bebé y mamá disfrutan de ella. Sin embargo, llega un momento en que te sueles encontrar cansada y sobrepasada por las constantes tomas nocturnas y es totalmente razonable que tomes la decisión de realizar un destete nocturno.
La lactancia materna es, sin lugar a duda, el alimento esencial para los recién nacidos y estamos de acuerdo en que en ningún lugar van a sentirse más seguros, cómodos y a gusto que durmiendo al pecho de mamá toda la noche.
Pero, es igual de crucial tener una madre lo más descansada posible al día siguiente y si no descansamos lo suficiente todo nuestro cuerpo se ve afectado por el cansancio y la falta de sueño.
Si estás considerando un destete nocturno o sustituir las tomas nocturnas por biberón, quizás, te estés preguntando cuál será el mejor método o la decisión más acertada. Hay muchas formas de hacerlo, tomes la decisión que tomes será la correcta. Confía en ti.
Motivos por el que se hace un destete nocturno.
Una madre puede tener varios motivos por los que decide hacer un destete nocturno. Por lo general cuando hablamos de destete nocturno puede ir asociado al deseo de dormir mejor por la noche.
Descansar es fundamental para todos y más aún para una madre que al día siguiente tiene que ir a trabajar o cuidar de su bebé.
Otro motivo puede ser que tengas que hacer un viaje largo y no puedas llevar al bebé contigo.
También se puede dar el caso por circunstancias de salud, ya sea que vayas a tener una intervención quirúrgica, o estar un tiempo tomando medicamentos que sean incompatibles con la lactancia.
¿Cómo afectará el destete nocturno al sueño de mi bebé?
La razón por la que el destete puede tener un gran impacto en el sueño es porque va mucho más allá de sustituir o quitar una fuente de alimento, es cambiar una asociación de sueño.
Un bebé acostumbrado a dormirse con el pecho tiene lo que llamamos una asociación o apoyo de sueño para dormir, es decir, esa acción que realiza de forma rutinaria para poder quedarse dormido.
La asociación entre la succión y el sueño es lo que conocen y lo es todo. Les ayuda a relajarse, una sensación de bienestar única que los conduce al sueño.
Sin duda la succión representa mucho más que comer y esto lo debemos tener claro, para poder empatizar con sus emociones durante el proceso. Para nuestro bebé, el final de la lactancia puede ser una experiencia emocionalmente difícil.
Adicionalmente debemos tener en cuenta que el destete nocturno también puede afectar a las siestas. Si tu bebé no duerme bien por la noche mientras lo destetas, puede provocarle un cansancio excesivo. Además, si la lactancia materna también formaba parte de su rutina previa a la siesta, esto le puede añadir una dificultad extra en el momento de dormirlas, provocando que tu bebé se resista a dormirla y/o puede que también esté más demandante.
Por supuesto no es solo el sueño del bebé lo que puede verse interrumpido durante el proceso de destete, también puede verse afectado el de toda la familia, especialmente el de mamá.
Cambiarles las dinámicas de sueño conlleva de tiempo y sobre todo de paciencia, empatía, y tolerancia, recuerda que le estás quitando una costumbre que ha tenido desde su nacimiento.
Tips para un destete nocturno respetuoso y exitoso.
Infórmate.
Antes de embarcarse en este proceso, es una buena idea aprender todo lo que puedas al respecto. Además de las dificultades que puede representar para el sueño de tu bebé puede provocarte una congestión u obstrucción que puede derivar en una infección, llamada mastitis. Debes informarte primero.
El plan padre suele ser el método estrella.
Que sea el padre quien se encargue de las noches, ayudará a tu peque a sentirse acompañado, y si hasta ahora te encargabas tú de dormirle será positivo para él aprender a dormirse con papa o cualquier otra figura de apego (otra mamá, abuela, tía, etc.).
Además de la ayuda que supondrá para el proceso de destete el hecho de no sentir el olor de la leche cerca le ayudará en el proceso.
Por supuesto va a depender mucho de tu hij@ y su grado de aceptación a los cambios que va muy ligado al carácter individual de cada uno.
Disminuir las tomas poco a poco.
Hay muchas maneras de hacerlo, así que fórmulas mágicas no hay. Puedes ir probando y aceptando lo que funciona y lo que te hace sentir más cómoda. Hay quien empieza quitando las tomas de los despertares y dejando la toma de antes de ir a dormir y de la mañana.
Aplicar el método “somnoliento, pero despierto”.
Crear un ambiente que invite al sueño para darle la última toma, si antes te acostabas con él en la cama, prueba a sentarte con una luz tenue y darle la última toma, y antes de que se quede dormido lo pasas a la cuna o se lo des a papá para que termine de dormirle.
Cambiar de habitación.
Puede ser una opción, que mamá duerma en otra habitación, manteniendo siempre al bebé en su habitación habitual para no realizar demasiados cambios a la vez.
En caso de que hagáis colecho cambiar de lado con papá, para que sea él el que este junto al bebé y le asista en los despertares.
No ofrezcas, no rechaces.
Es un enfoque más suave, «lento y constante». Será mucho menos perturbador para el sueño de tu bebé. A veces solemos asistir demasiado pronto a nuestros pequeños en los despertares, sin antes darles la oportunidad de dormirse solos.
Sobre todo, si hacemos colecho nos resulta bastante fácil ante cualquier movimiento o señales de que puede despertar sencillamente girarnos y amamantarles o mecerlos.
Considera usar el método «No ofrecer, no rechazar», intenta no ofrecerle a la primera, bríndale alternativas para volver a dormirse.
Ésta es la manera más suave de destetar. Con este método, no le ofreces el pecho a tu bebé. Pero si tu bebé está pidiendo a gritos que lo amamantes, tampoco se lo niegas.
Con este método el proceso es más lento, pero si tienes tiempo para ponerlo en práctica, ¡significará más noches de descanso y siestas reparadoras para tu bebé!
Válida tus sentimientos.
Igual de importante es cuidar las emociones de tu pequeño para guiarlo en el proceso de la forma más respetuosa posible, como validar lo que estás sintiendo.
Es un cambio para tu bebé, pero también lo es para ti. Busca apoyo de tu red más cercana.
Recuerda que es cambio que puede llevar tiempo y puede que vayas sintiendo que 2 días avanzas y 1 das un paso para atrás. Deberás tener paciencia, ser constante y perseverante.
Si te sientes perdida y no hay manera de superarlo puedes ponerte en contacto conmigo y te cuento cómo podemos trabajar en su sueño.
¡Felices sueños!