Cómo influye el sol en el sueño infantil

La exposición a la luz solar es uno de los factores clave en la regulación del sueño en los más pequeños. La luz del sol influye directamente en el sistema nervioso, activando una conexión entre la retina y el cerebro, específicamente el hipotálamo, lo que tiene un impacto significativo en el descanso de los bebés.

Cómo el sol mejora el sueño en los niños

La luz actúa como un regulador natural para el cuerpo, ya que sus rayos influyen en diversas funciones biológicas, manteniendo nuestro reloj interno en equilibrio. El ciclo día-noche, en el que estamos activos durante el día y descansamos por la noche, es una parte esencial del funcionamiento humano.

Cuando nos exponemos a la luz del sol, se activa el hipotálamo, y dentro de él, el núcleo supraquiasmático (SCN) envía señales a diferentes áreas del cerebro. Estas señales controlan procesos como la regulación hormonal, la temperatura corporal, y juegan un rol fundamental en la sensación de somnolencia o alerta.

El SCN, también conocido como el «reloj maestro» del cuerpo, es el encargado de regular la producción de melatonina, la hormona que induce el sueño. Ubicado cerca de los nervios ópticos, el SCN recibe información sobre los niveles de luz que entran por los ojos. Cuando hay menos luz, como sucede en la noche, indica al cerebro que aumente la producción de melatonina para facilitar el sueño.

Beneficios del sol para el bienestar de los niños

La luz solar no solo ayuda a poner en marcha el día, sino que también interviene en la regulación de hormonas clave. Mientras la melatonina y el cortisol funcionan en oposición —cuando una aumenta, la otra disminuye— es importante que el cortisol esté en su punto más alto por la mañana. Este aumento matutino es lo que nos ayuda a levantarnos y comenzar el día con energía.

Por la noche, debemos evitar la luz azul porque tiene el efecto contrario: eleva el cortisol y reduce la melatonina, dificultando el sueño. Pero durante el día, la exposición a la luz natural contribuye a que el cuerpo mantenga un ritmo circadiano adecuado.

Salir a pasear con los niños por la mañana, cuando el sol está en su punto más beneficioso, ayuda a sus cuerpos a sincronizarse con el ciclo diario. Además, la exposición solar incrementa la producción de serotonina, un neurotransmisor esencial no solo para el estado de ánimo, sino también para el sueño.

La serotonina es precursora de la melatonina, por lo que pasar tiempo al sol por la mañana no solo mejora el ánimo, sino que, a largo plazo, favorece un sueño reparador al facilitar la conversión de serotonina en melatonina al llegar la noche.

Actividades al aire libre para un mejor descanso

Es evidente que el sol tiene un papel vital tanto en la salud general como en la calidad del sueño. Por ello, es muy recomendable salir al parque, realizar paseos o disfrutar de actividades al aire libre con los niños. Estas actividades, al exponerlos a la luz natural, les ayudan a mejorar el descanso nocturno.

El sol no solo es fundamental para la vida, sino también una herramienta eficaz para regular el sueño infantil, contribuyendo al bienestar físico y emocional de los más pequeños.

Si te sientes perdida y no hay manera de superarlo puedes ponerte en contacto conmigo y te cuento cómo podemos trabajar en su sueño.

¡Felices sueños!