Antes de los 4 meses, los bebés no tienen patrones de sueño establecidos y sus ciclos de sueño son de 2 fases, sueño “activo” y sueño “tranquilo” (también conocido como sueño REM y no REM) que duran entre 45-50 minutos, pero no tiene las etapas distintivas de sueño que tendrá a medida que crezca y su cerebro madure.
Es importante tener en cuenta que cada bebé es único y puede tener patrones de sueño ligeramente diferentes, pero aquí tienes una descripción general de cómo suele ser el sueño de un bebé de 0 a 4 meses:
- Sueño irregular: Los recién nacidos tienen un patrón de sueño muy irregular. Duermen en intervalos cortos y no siguen un horario constante. Pueden dormir de 14 a 17 horas al día, pero esto se distribuye en siestas cortas de unas pocas horas cada vez.
- Ciclos de sueño cortos: Los bebés de esta edad tienden a tener ciclos de sueño más cortos, de aproximadamente 45 minutos a 1 hora. Esto significa que pueden despertarse con frecuencia durante la noche y requerir atención, alimentación y cambio de pañales.
- Sueño ligero: El sueño de los bebés en este rango de edad tiende a ser más ligero y menos profundo que el de los adultos. Pueden ser fácilmente despertados por ruidos o movimientos suaves.
- Alimentación nocturna: Debido a sus necesidades nutricionales, su rápido crecimiento y su pequeño estómago, muchos bebés necesitan alimentarse durante la noche. Es completamente normal y se espera que los bebés alimentados con leche materna o fórmula se despierten varias veces durante la noche para comer.
- Reflejo de sobresalto: Los bebés pueden experimentar el reflejo de sobresalto, donde su cuerpo se sacude repentinamente mientras están dormidos. Es normal y tiende a disminuir a medida que crecen.
- Dificultad para distinguir el día de la noche: Los bebés recién nacidos a menudo tienen dificultades para diferenciar entre el día y la noche. Pueden dormir durante períodos más largos durante el día y estar más alerta durante la noche.
- Desarrollo de Rutinas: A medida que los bebés crecen, es posible comenzar a desarrollar rutinas para ayudarles a distinguir entre el día y la noche. Puedes establecer una rutina de baño, alimentación y actividad durante el día para fomentar patrones de sueño más regulares. (recomiendo a partir de los 3-4 meses).
Recuerda que la paciencia y la adaptación son clave durante esta etapa. A medida que tu peque crece, sus patrones de sueño irán cambiando y evolucionando gradualmente hacia un sueño más consolidado y regular.
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¡Felices sueños!