¿Por qué mi hijo no quiere ir a dormir?

Después de un largo día, estáis deseando caer en la cama y cerrar los ojos para poder descansar pero no podéis entender por qué vuestro hijo se resiste a acostarse aunque muestre señales de sueño.

En este post veremos las típicas razones de por qué los niños pequeños no quieren ir a dormir.

No está cansado

Te suena familiar: un cuento más, un vaso de agua más… Para saber si éste es el problema de tu hijo, analiza el horario de la siesta, ya que una siesta cerca de la hora de ir a dormir mantendrá a tu hijo descansado antes de ir a la cama por la noche. Ajusta la hora o la duración de las siestas diurnas y añade más actividad durante la tarde, incluyendo el juego al aire libre cuando sea posible, así ayudarás a tu hijo a estar realmente cansado cuando sea la hora de ir a la cama.

Está sobre cansado

Habitualmente sobre las 7-8pm los niños comienzan a mostrar señales de cansancio pero muchos padres piensan que es demasiado pronto para ponerlos a dormir. Si se te pasas de esta ventana de sueño tu hijo recibe un impulso de cortisol en lugar de melatonina lo que hace que necesite algo de ayuda para relajarse y quedarse dormido. La solución a este conflicto es que una hora antes de acostar a tu hijo, comiences una rutina tranquila para ir a dormir.

Es muy curioso

Los niños, a veces, sienten que se pierden cosas que pasan a su alrededor cuando están en la cama. Mientras están acostados escuchan las voces de sus papas, la televisión y los sonidos de la actividad en la casa. Necesitan descubrir lo que está sucediendo ya que se están perdiendo algo maravilloso. Intenta mantener la casa tranquila una vez que hayas acostado a tu hijo para que se distraiga lo menos posible.

Tiene miedo

La oscuridad, los sonidos de la calle puede que hagan que tu hijo tenga temores (los miedos aparecen a partir de los 2 años). Para ayudar a calmar estos miedos es muy importante que los padres seamos conscientes de ellos. Dale a tu hijo un poco más de protección a la hora de irse a dormir. Quédate con él en la habitación durante un tiempo después de apagar la luz y tranquilízalo asegurándole que no pasa nada.

No hay rutina para ir a dormir

Si tu hijo no quiere ir a dormir, puede ser porque no existe una rutina consistente. Crear una rutina para ir a dormir consistente y agradable ayudará a tu hijo a estar relajado y a saber que tiene que ir a la cama.

Quiere estar contigo

La noche es oscura, tranquila y solitaria y es un momento en el que la ansiedad de separación suele aparecer. Los niños quieren sentirse seguros. Hoy en día, los padres tenemos horarios exigentes y hacemos malabarismos durante todo el día. La rutina de la hora de acostarse puede ser el momento perfecto para compartir un rato maravilloso con tu hijo y establecer una conexión nocturna y tranquila para que se sienta seguro.  

¡Ayuda a tu hijo a que esté listo para ir a la cama cada noche de una forma tranquila y sin estrés!

Si te sientes perdida y no hay manera de superarlo puedes ponerte en contacto conmigo y te cuento cómo podemos trabajar en su sueño.

¡Felices sueños!